sábado, 1 de marzo de 2008

Carta el Director: Diario El Líder

Señor Director:

Se acaba el verano, se acaba el turismo y se acaban los ingresos para la gran mayoría de los habitantes del litoral, es una pena. Pero es una alegría para los residentes de la Subida Los Lobos en El Quisco, ya que se termina el polvo en suspensión, se termina la contaminación y volvemos a respirar el aire que muchos buscamos al venirnos a vivir a la costa. Parece una frase egoista, pero cuando no se cuenta con la colaboración de la autoridad comunal, como en nuestro caso, a quien le solicitamos personalmente y por escrito siguiendo todos los conductos que nos señalaron en la Municipalidad; es decir, pedir audiencia, esperar horas a que nos atendiera, escuchar y escuchar sus filípicas grandilocuentes, presentar solicitudes en el Depto. respectivo para que finalmente se negara a regar una calle polvorienta que es transitada por cerca de 600 personas dirariamente y por mas de 90 vehículos entre particulares, colectivos y buses. Me parece un abuso de autoridad. Como presidente de la Junta de Vecinos del Sector, ofrecimos agua de pozo, chofer municipal que estaba dispuesto a trabajar fuera de su jornada para evitar la nube de polvo, reparar el vehículo municipal (algibe)en caso de algún desperfecto y créanme no logramos nada.Sin embargo hemos sido testigos de la gran remodelación que se hizo en Punta de Tralca donde llega el 15% del turismo que viene hacia Los Lobos que, graciosamente es señalizada por vialidad como zona hotelera y zona turística. Claro que la diferencia es que aca no se reúne el PPD como en dicho sector. Como dice un amigo: "Quien sepa de amores que calle y comprenda" y hay amores filiales, amores políticos y amores fraternales también, pero y que hay del amor al prójimo, que hay del amor a la responsabilidad que se adquiere como autoridad, que hay del amor a su comuna en su totalidad, porque fue la comuna la que lo eligió como autoridad. Pues bien, se acercan nuevas elecciones y ojala que logremos la tan ansiada pavimentación.

Augusto Quezada